lunes, 22 de abril de 2013

Siempre un libro bajo el brazo...

...o casi siempre, pero es raro verme sin uno, así que tenía que escribir algo así. ¿Leéis?

Imagen: J.A.V.I.




LEO

Mi mente es aventurera,
mis ojos son un bajel,
y embarcado en ellos viajo
por los mares de papel.
No conozco mi destino,
yo no soy el timonel,
es el autor quien me lleva
atado con un cordel,
a veces es a un convento
y a veces es a un burdel,
a veces es a una fiesta
y a veces es a un cuartel,
a veces a un mundo alegre
y a veces a un mundo cruel.
Mil historias, mil maneras
de que rueden por mi piel
lágrimas de contrabando,
emociones en tropel.
Millares de islas de tinta
forman un esparavel
donde me quedo atrapado,
y me alojo en ese hotel
feliz cual si fuera un niño
subido en un carrusel.
Leo porque cuando leo
el tiempo me sabe a miel,
pues cada letra es azúcar,
cada palabra un pastel,
cada frase es como un árbol,
cada párrafo un vergel,
una página un abrazo,
un libro un amigo fiel
que aguarda pacientemente
a que confíes en él
sonriendo tentador desde
su sitio en el anaquel.

domingo, 14 de abril de 2013

Hasta que nuevas canciones...

¿Que protestar no sirve de nada? Pues resignarse menos.

Imagen: Eduardo Alonso Álvarez




CONTRA VIENTO Y MAREA

Demasiadas decepciones,
demasiadas añoranzas,
demasiados corazones
atravesados por lanzas.

Demasiadas excepciones,
demasiadas acechanzas,
demasiadas instrucciones
y muy pocas enseñanzas.

Demasiadas concesiones,
demasiadas alïanzas
para, sin contemplaciones,
equilibrar las balanzas.

No he cometido traiciones.
No ejecutaré venganzas.
Conservo mis convicciones
y mis pobres esperanzas.

No he firmado rendiciones.
No olvidaré las matanzas.
No me importan las presiones
ni me afectarán las chanzas.

Hasta que nuevas canciones
den fin a las viejas danzas,
en este erial de pasiones
proseguiré mis andanzas.

domingo, 7 de abril de 2013

La mejor compañía...

Ya estaba harto de depresiones. Quería algo bonito. Así que, venga, un canto a la infancia. A los que tengáis hijos espero que os guste.

Imagen: Eduardo Alonso Álvarez




DAME LA MANO
 
Ven conmigo. Dame la mano, niño.
Quiero alumbrar a tus ojos inquietos
la belleza del mundo y sus secretos.
Perdóname si alguna vez te riño,

pero la infancia se pasa en un guiño

y quiero que respondas a los retos,
y que no te asusten los vericuetos,
pues no siempre basta con el cariño.

Iremos a las montañas y al mar,

a recorrer juntos cada sendero,
y jugaremos para celebrar

que en mi pelo sólo hay algún nevero,

y cada minuto podrás contar
con mi voz y mi amor puro y sincero.